Por: Yenisei Ramírez Toscano, Martha Carnalla, Luz Mery Cárdenas Cárdenas
Proyecto SALURBAL

COVID-19 ha impactado drásticamente a las personas en todo el mundo. En particular, los países de América Latina se vieron afectados severamente. En un intento por contener la pandemia los países implementaron medidas de restricción social y económica con el fin de reducir el contacto persona-persona. La evidencia ha demostrado que el aislamiento social, el miedo a enfermar por COVID-19 y la inseguridad económica, especialmente en personas que trabajaban en el empleo informal y dejaron de percibir ingresos en el confinamiento, generaron una cantidad elevada de estrés y ansiedad.

El consumo de alcohol es una opción a la que muchas personas recurren para afrontar el estrés. Aunque durante los primeros años de pandemia todos los habitantes se vieron afectados por el estrés, en términos de consumo de alcohol aquellas personas que viven en grandes ciudades pueden haberse visto afectados de otras maneras, esto a pesar de que los niveles de consumo pre-pandemia ya eran elevados en algunos países como por ejemplo en áreas urbanas de Perú y Brasil. El mayor consumo de alcohol en habitantes de grandes ciudades podría relacionarse con una mayor densidad poblacional, un menor espacio en el lugar del aislamiento (departamentos, vecindades) y una mayor inequidad en el acceso y disponibilidad de espacios al aire libre.

Un estudio de América Latina y el Caribe demostró que durante el periodo de aislamiento por COVID-19 el consumo de alcohol socializando en línea y en presencia de niños aumentó en comparación al periodo pre-pandemia. Una encuesta realizada por la Organización Panamericana de la Salud que incluyó 33 países de América Latina, encontró que 11.2% de los participantes reportaron un aumento en el consumo excesivo episódico de alcohol de 2019 a 2020. De manera similar, un estudio realizado en México a partir de los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición identificó un incremento en el consumo de alcohol durante la pandemia, especialmente en mujeres.

Medidas de contención de la pandemia directa e indirectamente relacionadas con el consumo de alcohol en América Latina

Entre las medidas de control de la pandemia que adoptaron los países de América Latina se encuentran el aislamiento social y otras políticas específicas sobre el consumo de alcohol. Tal es el caso del cierre de establecimientos no esenciales (por ejemplo, bares, discotecas y eventos masivos), donde el consumo de alcohol es elevado, así como otras medidas sobre el establecimiento de ley seca en comercios al por menor. Además, se restringieron actividades no esenciales, entre ellas la producción de alcohol, aunque esta política fue diferente entre los países de América Latina.

Las normativas y acciones realizadas por los diferentes países de América Latina para enfrentar la pandemia en materia de restricciones de la movilidad de la población y económicas fueron recopiladas en la plataforma del Observatorio COVID-19 en América Latina y el Caribe. En la Figura 1 podemos observar algunas acciones relacionadas directa o indirectamente al consumo de alcohol en algunos países de América Latina. Sin embargo, la implementación de estas medidas fue variable y enfrentó la oposición de la industria del alcohol, que implementó acciones etiquetadas como “socialmente responsables” apoyadas por mercadotecnia y presión para la relajación de los controles regulatorios (como incentivar la entrega a domicilio de bebidas alcohólicas y ventas por internet).

Restricción de la disponibilidad de alcohol como estrategia para reducir su consumo

El incremento en el consumo de alcohol durante la pandemia resalta la necesidad urgente de fortalecer las estrategias de prevención. Las restricciones a la disponibilidad de alcohol es una de las estrategias basadas en evidencia y propuestas por la Organización Mundial de la Salud para reducir su consumo. Una investigación reciente del equipo del proyecto Salud Urbana en América Latina - SALURBAL- destacó que una mayor densidad de establecimientos de venta de alcohol en los vecindarios se asoció con un mayor consumo excesivo episódico de alcohol. Estos resultados sugieren que el fortalecimiento de la regulación en la disponibilidad de establecimientos de venta de alcohol como política pública en Latinoamérica podría afectar de manera importante su consumo.

Actualmente, investigadores del proyecto SALURBAL adelantan diferentes estudios relacionados con el consumo de alcohol. Los resultados de estas investigaciones permitirán comprender la mortalidad asociada al consumo de alcohol específicamente en América Latina y los determinantes contextuales asociados a su consumo, clave importante para diseñar intervenciones de salud pública. Se espera que estos resultados asistan en la toma de decisiones en materia de regulación de la venta de alcohol.

Por lo expuesto anteriormente, llamamos a los tomadores de decisión a propiciar un espacio de discusión que conlleve al fortalecimiento de la implementación del paquete de medidas SAFER en el contexto latinoamericano, donde el impacto de la pandemia en términos económicos y de mortalidad ha sido importante. El paquete de medidas SAFER es una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud que incluye, además de las restricciones de la disponibilidad de alcohol, el cumplimiento de la normativa en contra de la conducción de vehículos de motor bajo los efectos del alcohol, medidas de prohibición o restricción de la publicidad, el patrocinio y la promoción del alcohol, impuestos al alcohol y el acceso a intervenciones y tratamiento. Un especial énfasis debe hacerse en las grandes ciudades donde confluyen innumerables factores que conllevan a mayor estrés en la población y por ende un posible mayor consumo de alcohol como mecanismo de afrontamiento.  

Fuente: El paquete técnico SAFER. Un mundo libre de los daños relacionados con el alcohol. Washington, D.C.: Organización Panamericana de la Salud; 2020